jueves, 2 de septiembre de 2010

Un Mar que deseo ver...

Y vemos el mar, el eterno azulado que brilla y tanto extrañaba, escaleras, subimos, mitad del cerro, escucho, observo, veo, sonrío, dibujo, opino, pinturas, pinturas que me emocionan, el viento, el viento que se lleva mi mochila de pensar por un momento, y paseamos, paseamos por donde la expresión siempre esta presente y los sentimientos permanecen latentes, el contraste de dos caras ante una imagen tan polémica dentro de nuestra historia, esperanza y emoción contra un total desacuerdo y rechazo, y es inevitable, ♪ Cuando te miro a tu beso alocado dejo pasar todo lo respirado y yo de barro, de barro, de barro ♪, Chinoy susurra sus canciones, surge entonces, el transporte a otra época, de personas caminando por la misma tierra comportándose de la forma que era correcta, las expresiones que debiesen serlo, y se contrapone totalmente con el ahora, sueñas, como me hubiese comportado yo en esa época y si los mismos pensamientos hubieran surgido, y luego estando parada alrededor de todos esos caminos, ves, ves a todas esas personas que pasaron alguna vez por ahí, como ilusiones, fantasmas recorriendo un camino de sueños, y tu con los brazos abiertos, esperando para que alguien finalmente te sostenga al momento de caer, que como raza según el profesor no se puede determinar el sentido hasta saber que hay un día de desaparición, ¿estaremos condenados? Fichte, leer a Fichte, que según el profesor nunca hubo una forma distinta de pensar con respecto al poder dentro de nuestra sociedad, nunca fue una cosa pura y de buena voluntad, que la forma de hablar en Chivo se hace ahora real y Pedro de Valdivia aparece como mi antepasado, todos se terminan llendo, y nuevamente veo, esa esplendorosa vista de mar que baja y sube, manteniendo distintos ritmos, ritmos de vivir. Dialogo, intercambio, risas, simpatía, necesidad de nicotina, incapacidad de entender de algunos, más risas, fotos, recuerdos sencillos y nuevas normas que surgen al prenderle un cigarro a alguien, desvalorización del ser humano en sí, cambiando el sentimiento de amor por lujuria y luego pausa, silencio, callas, se para el tiempo, ustedes siguen hablando, yo me ahogo, yo me caigo, ese sentimiento de no pertenencia surge nuevamente como un instinto, pero de forma distinta, forma madura y más racional, sólo observando, como los demás hacen de su vida, y como alfinal terminan siendo las personas que llaman más la atención los más atractivos. Dormir a la melodía del mar, ir y venir, luego habla el demagogo poético, ultimas fotos, despedidas, ojos que buscan a la persona que compartió una noche contigo, que independiente si te simpatizo o no, esta presente y probablemente nunca más verás y un par de horas que no se hace nada, y llegar al ruido constante, aire que mata mis pulmones y ciudad que envenena mi espíritu

Ahogo inconciente

ciertas manos que no me dejan, constantemente presentes, invisibles que esperan el momento para atacar y estrangular, que me falta aire, que no me doy cuenta, no sé que me pasa, ¡este humo que no logra salir ni por ventanas ni puertas! comprendeme, por favor comprendeme...Que escuchar es simple, preguntar y ponerse en los pies del otro, también, que la vida es larga y ya estoy agotada... Siento las huellas de las manos, mi cuello desprotegido, la malicia se percibe, ayúdame, ayúdame, necesito salir, necesito otra mano capaz de salvarme una vez que ataque, una felicidad propuesta no se puede cumplir con un ambiente de constante agobio, necesito que el tiempo avance rápido, adelanta el tiempo, nubla mi existencia hasta que vuelva mi camino pasivo, hasta que sienta una razón, hasta que sienta pasión en seguir, hasta que llegues tú, hasta que vuelva a entender quién soy.

lunes, 21 de junio de 2010

Una ciudad...

Hoy me levante, y recordé lo que había soñado. Era de esta ciudad en donde la pasión no era por el dinero, el dinero era tan sólo un bien que establecía el precio de las cosas materiales. Las personas se habían dado cuenta que la felicidad no dependía del dinero, sino de la propia actitud y por ello ya no se le asignaba tanta importancia. Abrí la ventana, y veía a una señora sonreír, que se notaba que sonreía porque quería, no por una cuestión de obligación o por si así se veía más bonita, tan sólo le nacía... Su brillante y sincera sonrisa demostraban su pasión por la vida, y era inevitable contagiarse con ella, y que con su sonrisa, sonrieran otros. No es que fuera constantemente feliz, no, no, sino más sincera, más inocente y más puramente humana, donde las cosas fluían y nacían, nadie te obligaba a ayudar, tampoco la presión social, pero porque uno quería. Y así de alguna manera, todos eran un gran aporte.No estoy diciendo que fuera perfecto, en todo el mundo y ciudad pasan desgracias, existen momentos para llorar, pero mientras que exista dentro de la persona esa sensación de querer florecer y ser alguien, ser el mejor para lo que uno quiere dedicarse porque ello lo hace feliz, es lo que alfinal importaba, lo otro en cambio era eso que te hacia aprender a superar obstáculos, a superar perdidas y mejorar la comunicación con los demás, eso que lo hacía más fuerte a cada uno, y lo que te prepara alfin y al cabo para encontrarle un sentido a la vida. Me acorde de la sociedad utópica de Marx, ese sueño de que todas las personas llegaran a ser iguales, y que se transformaran en estas personas que estuvieran dispuestas a realizar sus sueños y que tuvieran oportunidades para serlo...Supongo que mi sueño también se va a dar en algún momento en alguna ciudad, por más pequeña que sea, donde abrirán paso a caminar por deseo, y florecerán las ideas de pasión...

lunes, 3 de mayo de 2010

Insatisfaction

Llegas luego de mi eterna espera, con esa abrumante brisa, dejas entrar viento helado al que no estoy acostumbrada, ese roce tuyo que me apuñala por la espalda, como cuando llegas a estar tan helada que el agua caliente quema, esa sensación de rechazo que es inevitable aunque no lo desee, que la espera que tanto anhelaba, que ya llego el momento, que todo se ve tan vacio.
Que me desorientas, que me sonríes que me hablas. No te escucho, ya no me importa. Que nuestra distancia se fue generando sin que nos diéramos cuenta, que esta demasiado helada que ya ni te reconozco, personaje con más años e historias que no conozco, que eres otra persona, que ya no tengo ganas de seguir con alguien como tú. Que tu encanto se ha ido, aquella admiración y sabia sonrisa se ha esfumado, te miro para buscarte en tus ojos, sigues hablando sin percatarte de que necesito otra cosa. Quizás yo cambié sin darme cuenta. Te acaricio la mejilla y dejas de hablar, inocentes ojos incapaces de hacerme feliz. Me levanto, decisión ya tomada, te digo que me voy, tomo mi chaqueta y un par de lucas, te digo que no me importa lo demás que si quiere lo vende. Su mirada atónita que no lo deja comprender, que no alcanza a reaccionar para armar un escándalo. Salgo a la calle, ese viento que me arropa con una sensación tan agradable. Me siento sin entender lo que me pasa, respiro sin saber que aire y pienso en el incierto deseo.

miércoles, 24 de marzo de 2010

Fumo para morir.

Cuando compras una cajetilla de cigarros, esta misma te advierte que te puedes morir, que puedes matar a otras personas y que también contaminas el medio ambiente. Pero la gente no toma consciencia de ello, lo ignora, no tiene tiempo para leerlo ni ver imágenes, ya esta viciado, quiere relajarse.
Viniste a mi casa, y nos sentamos en el balcón para yo poder fumar. Me miraste detenidamente y me dijiste:
- " ¿Por qué fumas? "
Fue algo inesperado siendo que desde hace tiempo que me conoce, además de que preguntas como esas llegan a ser alfinal estúpidas porque evitan la respuesta o dicen algo estúpido.
- " Fumo para morir." - Le respondí seriamente
Ella me miro. Esa mirada que es para tratar de encontrar un punto de conexión fuera de las palabras mismas. Nada. El humo como respiración, el cigarro como un adelanto de muerte, la nicotina como vicio. La respiración para este mundo.
Hubo un silencio tranquilo y tierno.
Le ofrecí un cigarro y ella acepto.
En este mundo la gente no solamente quiere vivir...

jueves, 4 de marzo de 2010

Your essence; your fragrance...

Tu aroma, tu aroma es lo que de alguna manera siempre me incentivaba a quedarme un rato mas apoyada en tu pecho, a salir un poco mas tarde de la casa para ir a trabajar, y antes de soñar, el ritmo que marca existes, y duermo, que el tiempo pasa que ni da vuelta y al despertar no veo aun tus ojos, y cierro los míos, me apoyo en ti y danzo con mis dedos encima tuyo, danzas que tan solo nace y abres los ojos, te ríes tímidamente, me besas. Te levantas que el día empieza, prendes la música que siempre cantas en la mañana, que me anima a levantarme y cantar contigo, que me anima a abrazarte y empezar otro día contigo. Que me hace sentir lo feliz que me siento...

martes, 9 de febrero de 2010

Tres Sombras.- stgo100palabras

Al caminar a casa, veo algo curioso. El sol se refleja en mí de tal manera que veo tres sombras de lo que sería mi "yo". Me pongo a pensar repetidas veces en ello y llego a la conclusión después de unos días que lo que me demostró eran mis distintas personalidades ante el mundo, y de la manera en que me percibían, me pareció chistoso y fue entonces que me di cuenta que tenía que ponerme en serio. Y que a raíz de eso tenía que ser distinta a lo que era la sociedad, y aspirar a algo mejor...